lista de tareas 2013

Me ha hecho gracia ver la lista de tareas que tenía por hacer allá por el 2008 así que voy a tachar lo que he conseguido

Viajes

Actividades

  • Aprender bailes de salón
  • Esgrima
  • Esgrima medieval (No estaba apuntada pero la añado porque mola mazo)
  • Patinar (Muy buena idea por cierto, un par de clases y me partí el culo literalmente. Mas de un mes sin poder sentarme a gusto)
  • Conocer a otro furry en persona (Muy majo Sindo, también de vista alguno que otro en Londonfur)
  • Hacer una película de animación (Si cuenta trabajar como TD en Kandor Graphics entonces si)
  • Paintball (Jeje se ve que por aquella época no le dabas una patada a una piedra y salían 20 campos de paintball, también me ha dado mucho por el airsoft)
  • Esquiar
  • Saltar en paracaídas
  • Pilotar un avión
  • Participar en una carrera en circuito cerrado
  • Parkour (la tacho por vergüenza, debería de estar de moda el Mirror’s Edge o algo así)
  • Ir a la exposición de Cómics de Zaragoza
  • Hacerme un fursuit a mano
  • Aprender a dibujar bien
  • Ir al espacio (por pedir…)

Mi cuerpo

  • Dejarme coleta
  • Tintarme el pelo de azul
  • Hacerme un tatuaje
  • ¿Hacerme un piercing? (Ni de coña)

Compras

  • Opel Corsa (Mi Astra ya tiene que pasar la ITV)
  • Taparrabos
  • Collar de cuero
  • Un atuendo nativo-americano (Tengo un disfraz del Don Juguetón que da un calor que no veas)
  • Un arco y flechas
  • Un hacha
  • Un tambor
  • Todos los videojuegos que haya podido pasarme sin pagar a sus autores (Entre Steam, GOG, Amazon UK y similares ya puedo darlo por cumplido)
  • Una hamaca (Mira que el piso era pequeño, pero me he tirado un par de años con la hamaca allí en medio)
  • Una chapa «Juan FAN»
  • Un chaleco simulador de impactos (Bastante mala compra, por cierto)
  • Todos los discos que me he descargado de internet que me gustan
  • Todas las películas de animación que siempre he querido
  • Un fursuit

Es curioso como mejora el ánimo después de tachar las cosas que veías tan difíciles hace tanto tiempo después de todo, no me podía haber imaginado que acabaría trabajando en una empresa de animación y con mi nombre en los créditos de un proyecto tan grande.

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lista de tareas

A continuación la lista de tareas de lo que quiero hacer/tener/ver en la vida. La iré completando según vea anuncios en la tele ^^
(La lista no sigue ningún orden en concreto)

Viajes

Actividades

(Tacho las que haya hecho alguna vez, pero no significa que no quiera repetir)
  • Aprender bailes de salón
  • Esgrima
  • Patinar (monopatín preferentemente)
  • Esquiar
  • Saltar en paracaidas
  • Pilotar un avión
  • Participar en una carrera en circuito cerrado
  • Parkour
  • Conocer a otro furry en persona
  • Ir a la exposición de Cómics de Zaragoza (y de paso llamar a Edgar, que cuando fuí a la Expo se me pasó por completo que se había mudado allí ¬¬)
  • Hacerme un fursuit a mano
  • Aprender a dibujar bien
  • Hacer una pelicula de animación
  • Ir al espacio (por pedir…)
  • Paintball

Mi cuerpo

  • Hacerme un tatuaje
  • Dejarme coleta x2
  • ¿Hacerme un piercing?
  • Tintarme el pelo de azul

Compras

(No pongo todo lo que quiero porque entonces lleno el blog…)
  • Opel Corsa (¡Toooma ya!)
  • Taparrabos (Si hijo si, tengo no uno, sino dos)
  • Collar de cuero (Grr)
  • Todos los discos que me he descargado de internet que me gustan
  • Todas las películas de animación que siempre he querido
  • Todos los videojuegos que haya podido pasarme sin pagar a sus autores
  • Un atuendo nativo-americano
  • Un arco y flechas
  • Un hacha
  • Un tambor
  • Un fursuit
  • Una hamaca
  • Una chapa «Juan FAN»
  • Un chaleco simulador de impactos

Se aceptan sugerencias y WTFs ^^U

Acabo de dejar rodar un billete de 10€

Ayer me acosté pronto, tenía demasiado sueño acumulado. Me desnudé, y me metí entre las sábanas… no tardé en sentir calor, así que desalmé las sábanas y me las coloqué a la altura del costado, como hacía hace alrededor de un año.
Conecté el mp3 para sustituir los pensamientos negativos que me acechaban por la narración de El Cid que Juan Antonio Cebrián me brindaba con su legado. El sueño me venció.

Hoy, como me lleva pasando ya un par de días, me ha despertado el calor… a las ocho de la mañana. ¡No es hora para despertar a alguien que no necesita madrugar!
Bueno, me he levantado y me he duchado. En el piso solo quedaba José Javier acostado, Iván ya se había ido el día de antes y Jose Carlos debía estar trabajando.
He recogido las pocas cosas que me quedaban para llevarme a Linares y he cerrado la maleta. Hoy me recogían en la universidad.

Después de desayunar, me he ido para la universidad. Otra vez los cascos en mis oídos y la música necesaria para entretenerme por el rutinario camino. Hoy tocaba escuchar Vetusta Morla

No me gusta enfrentarme a los problemas, lo reconozco. Si por mí fuera, preferiría quedarme sentado esperando a que se solucionen solos. Pero siempre termino enfrentándome a ellos. Hago las cosas como una obligación, intentando pensar que no hay otra opción y así (en la mayoría de los casos) casi siempre se terminan arreglando así las cosas y soy feliz después de haberme esforzado por arreglarlas.
Pero hay ocasiones en las que no existe nada que yo pueda hacer para arreglar los problemas y evitar situaciones en las que me sienta mal. Éstas veces me desespero… y lloro. No soporto no poder hacer nada y tener que esperar a ver como ocurre lo que no quiero.

Bajando por el camino de los árboles me he sentido así, las gafas de sol intentaban esconder las lágrimas sin éxito. Tampoco he querido secarlas, me sentaban bien. Es necesario depurarse por dentro cuando te sientes así.
Con la mirada en el suelo, he encontrado algo que me ha sorprendido, era un papel que ha pasado a mi lado rodando. Cuando me he fijado un poco mejor me he percatado que era un billete de diez euros.
Pero hoy no necesito diez euros, ni pueden ayudar a sentirme mejor, así que lo he dejado rodar un poco más, hasta otra persona a la que le haga más falta. Me he quedado un rato mirando de lejos a ver si alguien lo recogía y mentiría si os dijera que no pensé en volver a recogerlo, pero al final he continuado mi camino hasta el trabajo.

Me alegro de haber bajado a la universidad, esto está entretenidísimo y ha conseguido despejarme bastante. Hoy ha habido cierto fallo que provocaba, entre otras cosas, que algunos usuarios no pudiesen consultar sus notas… ¡En época de exámenes!
¿Como te quedas? ¡Muerta!

¿Hay algún tonto allí arriba?

Perdón si la pregunta es extraña, pero voy a intentar explicar este pensamiento al que llevo dando vueltas desde anoche.

La situación sucedió después de comer, intentando darle algo de cenar a nuestra nueva tortuga (la cual ya debería de haber presentado mediante el correspondiente cómic, pero se me ha hecho tarde).
La cosa no debería de ser tan difícil, tan solo tengo que coger un camarón de su comida y ponérselo delante para ver como se mueve y se lo come.
Dicho y hecho, el camarón una vez en el agua, cogió una «corriente marina» que lo llevó de una forma graciosa hasta la boca de Don José (que así se llama el bicho). Después del cómico momento, la tortuga tan solo tenía que abrir la boca y tragar, pero como ya parece que a lo largo de varios días ha quedado demostrado, nuestra tortuga es retra.
Cada vez que va a pegarle un mordisco a algo falla y se lo mete en el hombro…
Como esa no era mi intención, pensé una manera de quitarle el bicho sin hacerle daño cuando, tonto de mí, se me ocurrió cogerla y menearla un poco por su propio peso… ¡Pues va a ser que no! Al final la tuve que coger bien cogida y quitárselo con la mano, pero no os podeis imaginar la carrera que se pegó hasta su palmera de plástico cuando la solté.

En fín, que de aquí viene mi pregunta: si, al igual que le pasa a la tortuga, que tiene un ser «superior» (mas en tamaño que en otra cosa), a su cargo, pero que es tonto y lo único que hace es pegarle sustos, tendremos nosotros algo parecido.
Algo que cuando tenemos un problema, nos intenta ayudar con todo su cariño pero que no sabe como hacerlo bien y al final siempre termina causándonos más problemas…
No me refiero a alguien tan directo como con nosotros y la tortuga, que si le ponemos el agua demasiado fría se nos pone a hibernar o si se la ponemos demasiado caliente corre hacia su rampa; sino alguien que si ve que tenemos calor nos pone una ráfaga de aire que (sin ser su intención) hace que una hoja nos entre de golpe en un ojo.

Opino que si este fuese el caso, no deberíamos ir pensando que tenemos tan mala suerte en la vida, sino que siempre tenemos alguien ahí que intenta cuidar de nosotros

depresión post-vacacional

Acabo de terminar de vaciar la maleta… Haciendo un esfuerzo sobrehumano (más mental, que físico), he ido sacando cada recuerdo de ésta para ir colocando cada uno en su rutina.

Una montaña de ropa para la lavadora, con el aroma a playa impregnado en ella, me vuelve a llevar al rompeolas con el que acabo de soñar. Guardo el gel y el champú, los regalos de mi cumpleaños que van a ser custodiados por mis nuevos compañeros Sal y Chichón (mis dos patitos fueron bautizados), los condones que (milagrosamente) han regresado y las zapatillas que aún llevan arena volcánica en las suelas.

Va a venir muy bien esta semana santa antes de volver a la rutina del trabajo y del curso, aunque me parece a mi que va a ser el año que menos procesiones voy a ver… necesito dormir.

Ha sido una semana muy buena y va a ser una semana muy difícil de olvidar, sobretodo si tenemos en cuenta que aún mantengo los recuerdos de mi viaje a Salou de 4º de ESO.

Ahora miro mis feeds, el correo, las «populares de la semana» de menéame, agrego a los nuevos amigos, veo que se ha descargado el ordenador con mi padre al frente… En fin, vuelvo a la rutina. Es agradable ver como se puede estar una semana completa sin contacto informático. Tambien quiero guardar las fotos y mañana veré que ha pasado en furaffinity… ¡ey! os dejo, que estoy oliendo la cena de mi madre ¡Hoy por fin comeré bien!

pérdidas en san valentín

Acaba otro San Valentín más y he descubierto que es era (ahora os explico por qué) un día mucho más importante para mí, que actualmente no estoy enamorado de ninguna persona, que para mucha gente que sí tiene pareja.

Es un día que, pese a que nunca he compartido con nadie, me encanta. Dejemos de lado las comercializaciones que se puedan hacer con él. No regales nada si no quieres, de acuerdo. También estoy de acuerdo en que el estar enamorado no es algo que se deba de demostrar un solo día del calendario. Pero, sin embargo, pienso que el mismo beso de todos los días o la misma caricia, adquieren un carácter «mágico» éste día…

Pero bueno, todo eso quedó atrás, pues el día de San Valentín ha quedado para mí marcado con la mancha de la pérdida. Siento comunicaros que, el día de ayer, nuestra compañera más antigua de piso, perdió su vida estando en mis manos…
Como supongo que todos sabréis, estoy hablando de la bombona de butano. Fiel compañera durante los cuatro años que llevo viviendo aquí, siempre estuvo con nosotros.
Sé que su relación conmigo no era tan cercana como la que tenía con José Carlos y José Javier, pero tuvimos nuestros momentos. Nunca me dejó de lado ni una sola vez, siempre que necesitaba de su ayuda ella estaba allí, en el hornillo de la cocina. Un lugar sucio y frío (espiritualmente hablando, que es un horno al fin y al cabo) de donde ella nunca intentó escapar.
Jamás olvidaré nuestra relación cuando el microondas cayó en coma durante unas semanas: Tuvo el doble de trabajo y nunca cayó infatigada… hasta ayer.

Solamente nos queda hablar con Jesús* para que algún dia lleguemos a tener alguna bombona, al menos, la milésima parte de fiel que ésta.

Adiós amiga, te recordaré los próximos San Valentines

*Jesús es nuestro portero, pero me encanta que parezca que cada vez que le pedimos algo es que estamos rezando.

Miedos y aventuras

Me viene a la cabeza la historia que escuché el otro día en el programa de Pablo Motos «El Hormiguero».

Contaba que estaban un padre y su hijo en una estación de metro cuando tuvieron un problema de electricidad y los encargados les pidieron a los pasajeros que bajasen del vagón.
En ese momento el hijo le dijo a su padre que tenía miedo, a lo que el padre le contestó que no tenía porqué tenerlo: estaba viviendo una aventura.
De repente la cara del niño cambió y se dispuso a vivir su propia aventura.

Me lo apunto para, en un futuro, aplicarlo. Ya sea con mi hijo, con un niño cualquiera o conmigo mismo.
Ya que por muy grandes que seamos, en el fondo todos tenemos dentro a un niño con miedo.